sábado, 5 de septiembre de 2009

Se necesitan más de dos vinos para llevarnos a la cama / Sexo con Esther



Esther Balac

Tienen fiebre los que piensan que las mujeres, al igual que los zapatos nuevos, con un poco de alcohol vamos aflojando.

Es más, sufren de calentura enfermiza quienes refuerzan este pensamiento con estudios como el de la Universidad de Florencia (Italia), según el cual dos copas de vino son suficientes para llenarnos de esas ganas que sólo se calman en la cama.

Por si no lo saben, el alcohol, así sea en gotas, es un depresor del sistema nervioso.

Vayan entendiendo que los primeros sorbos de licor bloquean lo que está deprimiendo, y eso hace que nos pongamos un poco alegronas, nos desinhibamos y hasta permitamos que cualquier bobancio nos ponga la mano en la cintura... pero hasta ahí.

Sería tonto desconocer que cuando nos despachamos unas copas, algunas arterias se dilatan y se mejora la circulación en el departamento inferior del cuerpo, lo que puede aumentar la sensibilidad de las partes que protagonizan el aquello; pero esto también ocurre en la rodilla, la pantorrilla y el peroné, igual en damas que en caballeros.

Hay que dejar claro que las ganas de meternos con alguien bajo las sábanas están determinadas por las hormonas, la forma como nos criaron, nuestro estado de ánimo y la edad que tenemos.

En nosotras, además, pesa mucho el sentimiento que nos despierta el tipo que tenemos al frente.

Créanme que sin eso los dos traguitos de los italianos están más cerca del aburrimiento que del placer. ¿Qué no? Pues sepan que el camino más largo para conseguir un polvo son dos tragos tomados al lado de un patán.

Señores: aunque respeto los estudios, dénse por notificados que los verdaderos polvos, al igual que la tierra, son del que los trabaja, del que los busca, del que los cultiva y, por encima de todo, del que se los gana.

Así que dejen la bobada de seguir pensando que, al igual que el pavo de Navidad, necesitan emborracharnos para pasarnos por las armas. ¡Pamplinas!

Ubíquense y sepan, de una vez, que cuando nos vamos a la cama después de tomar dos copas, es porque ya lo habíamos decidido antes de brindar; nuestras hormonas estaban en su punto y le teníamos ganas al tipo. Punto. Ah, eso también se logra a palo seco. Hasta luego.

ESTHER BALAC
ESPECIAL PARA EL TIEMPO

FUENTE: http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/se-necesitan-mas-de-dos-vinos-para-llevarnos-a-la-cama-sexo-con-esther_5744827-1

No hay comentarios:

Publicar un comentario