domingo, 13 de junio de 2010

A través del juego, tres mil niños de cartagena se inspiraron para leer y escribir


Lo hicieron con fórmulas para inventar historias y barajas para armar palabras. Quieren replicar el caso en el país.

"Ajá, yo escribo cuentos de princesas y de animales. Ya sé escoger los personajes y también sé describir dónde ocurre todo", dice Geraldinne Stephany Jiménez, una cartagenera de 10 años y estudiante de quinto grado.

La niña, de ojos negros vivaces y pelo ensortijado, revela la fórmula para escribir: "Es que, por fin, ahora entiendo lo que estoy leyendo", cuenta, como si estuviera confesando una picardía infantil.

Geraldinne, al igual que sus compañeros de la Institución Educativa Manuela Vergara de Curi, tenía serios problemas en la comprensión de la lectura.

"Confundían la ñ con la ll, la b con la d y la p con la q -explica la profesora Ledy Vizcaíno-. Ahora, los niños están comprendiendo lo que leen y también están mejorando en ortografía". Sin embargo, lo que más destaca es que en los pequeños se está despertando la inquietud por la escritura creativa.

Geraldinne hace parte del proyecto Punto de Partida, de la Fundación Plan, el Hay Festival, Mapfre, la Secretaría de Educación de Cartagena y RCN Radio y Televisión.

De acuerdo con Gabriela Bucher, directora general de Plan, el programa beneficia a 3.000 niños de siete instituciones públicas de sectores populares de Cartagena.

"El objetivo es despertar en los niños la pasión por la lectura y la escritura, que tengan nuevas posibilidades para comunicarse", afirma.

La diversión como herramienta

El método es sencillo. Consiste en enseñar a comprender lo que se lee. Eso lo explica Lía de Roux, una de las tres especialistas que diseñó la metodología: "Partimos de la premisa de que leer es comprender", dice ella, al argumentar que muchos niños pueden saber leer mecánicamente, pero no entienden los textos y, por eso, no pueden hacer un raciocinio.

Punto de Partida se basa en el juego y en la diversión como herramientas inspiradoras para que los niños suelten la pluma.

A cada uno le entregaron tres cartillas, denominadas Pasaje a la fantasía, que contienen cuentos y fábulas, además de fórmulas para que puedan desarrollar sus propios textos: los personajes, los escenarios, los momentos y el desenlace.

Las historias las comparten con sus compañeros, y el método, además, propone un seguimiento a los textos para comprobar su evolución.

Para los más pequeños hay barajas: cada carta es una letra y sirve para armar palabras convertidas en entretenidas dinámicas.

"Escribir es muy divertido. Cuando grande, quiero ser escritora", dice Karol Patricia Hernández, de 10 años, y saca de su morral su cuento favorito: El condenado astuto. Es el relato de un hombre condenado a muerte que logra salvarse con la excusa de que le enseñará a volar al caballo del rey, que lo tiene sentenciado.

El problema mayor es la enseñanza

Expertos de las universidades de la Sabana y Nacional comprobaron que la causa de los problemas de lectoescritura en el 93 por ciento de los niños entre los 5 y los 7 años es la forma de enseñar.

Según el estudio, que se realizó durante cuatro años, los profesores colombianos siguen usando métodos convencionales que no estimulan el desarrollo adecuado del niño en términos de lectura y escritura.

"Los docentes tienen que aprender nuevas técnicas. Lastimosamente, todavía se usan las planas, que sirven para tener buena caligrafía, pero que no estimulan", señaló Rosa Julia Guzmán, directora de la maestría en pedagogía de Unisabana.

La investigación evidenció que los niños que tienen menor acceso a un ejercicio de lectura y escritura junto a adultos responsables, son más propensos a sufrir esta clase de problemas.

Tener libros en casa hace la gran diferencia

Ni la ocupación de los padres ni la situación económica de la familia marca tanto el éxito de un niño en el área de lectura como el hecho de contar con una biblioteca en casa.

A esa conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Nevada (Estados Unidos) en un estudio de 20 años que incluyó a más de 70 mil personas en 27 países, según reportó el periódico británico Daily Telegraph.

Las familias que tienen al menos 20 libros propios promueven mejores niveles de lectura y escritura en los estudiantes, y las que cuentan con unos 500 textos logran que los niños tengan, en promedio, tres años más de escolaridad.

De acuerdo con Mariah Evans, directora de la investigación, presentada hace tres semanas, los libros que mejor efecto tienen sobre los menores son los de historia y ciencias.

El estudio demostró, además, que ocho de cada 10 niños con buenas notas en lectura cuentan con textos propios en casa, un 20 por ciento más que aquellos con malos resultados.

JOSÉ ALBERTO MOJICA P.
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO*
CARTAGENA

CON REPORTERÍA DE JUAN SEBASTIÁN GÓMEZ, INVITACIÓN DE FUNDACIÓN PLAN.

FUENTE: http://www.eltiempo.com/vidadehoy/educacion/a-traves-del-juego-tres-mil-ninos-de-cartagena-se-inspiraron-para-leer-y-escribir_7752098-1

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